La poli, los jueces, Europol, las corporaciones… contra la lucha en defensa de la tierra.

Los estados a través de sus sistemas policiales y judiciales se aplican mucho para detectar sus posibles enemigos, un estado sin su policía es una cosa inconcebible y, por su misma naturaleza y lógica, detectan y construyen a sus propios enemigos. Los últimos años la principal vía para construirlos es la clasificación como terroristas de la disidencia, esto ha ido variando con el tiempo, desde el siglo XIX con la Mano Negra y los procesos de Montjuïc, hasta la criminalización de la radicalización islámica actual más allá de los hechos y la organización. Estas construcciones dependen de sus análisis de riesgo, el aparato policial debe anticiparse a la aparición de movimientos disidentes fuertes y, cuando aparecen, aplastarlos, para esto no importa el tipo de estado, ni la ideología en que se base su “legitimación”.

El riesgo “estrella” que ha permitido aprobar restricciones severas de lo que se suelen considerar “libertades democráticas” ha sido hasta el momento el yihadismo. En todos los discursos sobre riesgos en la seguridad ocupan un puesto principal, pero los riesgos ligados a movimientos más o menos ambientalistas le van cada vez más, a la zaga.

El cambio climático ha sido usado por el capitalismo como marketing para pintar de verde toda mercancía, y por los estados como mecanismo de control y de movilización/desmovilización de la gente. Pero a medida que la situación de crisis se hace más evidente, más se despiertan inquietudes críticas no solo con la situación climática, sino también sobre la devastación de la tierra (bosques, extractivismo, humedales…), la expansión de la nocividad (contaminación de aire, agua y suelos), la dominación sobre los animales y la sociedad resultante de los estados y el capitalismo.


El ecologismo liberal, los ambientalistas, incluso los representantes más radicales sólo representan variaciones en los modos de gestión del sistema de dominación, que no cuestionan la base del sistema, los estados y el capitalismo.

A medida que las protestas contra el cambio global y la devastación se extienden y se agudizan (sin llegar de momento a cuestionar claramente las bases del sistema) el estado, a través de la policía y el sistema judicial se “preocupa”. En este marco son significativas las memorias de la Fiscalía General del Estado, en la memoria del 2022 (correspondiente al año 2021) aparece ya de un modo explícito el “ecologismo radical violento” (refiriéndose a Extintion Rebelion) y en la de 2023 (correspondiente a la actividad de 2022) se añade Futuro Vegetal… de hecho en 2017 se incluía como terrorismo un campamento de la Agrupación Montañera Aguas Limpias de Galicia ( https://negreverd.blackblogs.org/2022/09/14/les-memories-de-la-fiscalia-general-de-lestat/, http://negreverd.blogspot.com/2023/09/la-memoria-de-la-fiscalia-general-de.html), al mismo tiempo clasifican como terrorismo acciones diversas que nada tienen que ver, no solo el campamento, o las acciones de FV y ER, sino también cortes de tráfico, pintadas, concentraciones…

Las posiciones de la fiscalía (y evidentemente también de la policía) van en sintonía con la de otras instituciones policiales y judiciales de otros estados europeos, en este sentido tenemos la redada contra Letzte Generation (Última generación, https://elpais.com/clima-y-medio-ambiente/2023-05-24/redada-en-alemania-contra-los-activistas-climaticos-de-ultima-generacion-que-anuncian-nuevas-protestas.html ), acusados de organización criminal y acciones en museos, cortes de tráfico… y, especialmente, de intentar sabotear el oleoducto Trieste-Ingolstadt (manipulando las válvulas). En la misma linia en abril de 2022, el intento de ilegalización de les Soulevements de la Terre en Francia o los agravantes de las penas en el Reino Unido, a raíz de la nueva ley de orden público que agrava las penas para cortes de tráfico y bloqueos, una ley pensada para los grupos de acción no violenta que sustituyo a la normativa contra actitudes antisociales (ASBO (1998).

Hay que tener en cuenta el poder de los lobbies económicos sobre las diferentes instituciones actores en la represión de movimientos animalistas y ambientalistas radicales. De hecho el concepto “ecoterrorismo” fue inventado por un lobista corporativo de los EUA (Ron Arnold 1982) y que la ley “antianimalista” de los Estados Unidos la “Animal Enterprise Terrorism Act” (2006 https://en.wikipedia.org/wiki/Animal_Enterprise_Terrorism_Act ) fue prácticamente redactada por la industria de explotación animal (ganaderos industriales, laboratorios, peleteros…). Esta ley sirvió de base a otras muchas legislaciones en todo el mundo y para encarcelar y multar a decenas de activistas.

El lobby pelero, de alguna manera, estuvo detrás de la redada contra los liberadores de visones (en 2011 https://www.elmundo.es/elmundo/2011/06/24/natura/1308922347.html ) con un balance de 12 detenidos. El lobby europeo de las empresas de peletería és poderoso, así la oficina de la European Fur Breeders Association (EFBA) en 2010 dedicaba 125.000€ a la actividad “lobista legal” en Bruselas (dejando aparte otros gastos no incluibles en la contabilidad transparente europea), Fur Europe (https://www.sustainablefur.com/ ), de alguna manera su sucesora, dedicaba ya el 2013 1.625.000€ al tema. Es de suponer que el resto de organizaciones corporativas (de la agricultura y la ganadería industrial, de la energía, la industria química, la de las pieles…. Etc) dedicaran también cuantiosos recursos para neutralizar los efectos adversos de las protestas ambientales más o menos radicales.

En Bruselas (el cogollo de política europea), en su parlamento y en la Comisión, actúan “activistas”, sobretodo del PPE, pero con la aquiescencia o el distanciamiento equidistante del resto de grupos con presencia significativa, actuaciones favorables a la tipificación y agravamiento de penas de lo que se llama “ecoterrorismo” “ambientalismo radicalizado” “ambientalismo violento”, el éxito de estas iniciativas dependen de los miles de euros dedicados, de la situación política y social y del vigor de las protestas y de las acciones derivadas.

Como ejemplo de esta actividad tenemos la pregunta de un parlamentario europeo en la Comisión (https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/E-7-2014-004031_IT.html ) que pedía la definición del delito eco-terrorista y entro otras cosas decía al igual que las organizaciones políticas subterráneas, estas organizaciones generalmente tienen un ala no violenta, que ejerce presión sobre los tomadores de decisiones y los medios de comunicación a través del cabildeo y la protesta en un intento de ganar al público y un ala extremista violenta, que lleva a cabo una acción directa por métodos cada vez más radicales que equivalen a nada menos que una ‘yihad’ ambientalista/animal” la respuesta echó balones fuera y se remitió a las leyes penales de cada país (https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/E-7-2014-004031_IT.html ).

Podemos evaluar el camino que lleva la actividad policial-judicial en Europa a través de la actividad de la EUROPOL, organismo europeo que no tiene una función policial “normal”, colabora en investigaciones pero no detiene, ni las promueven, analizan tendencias y promueve la colaboración policial dentro y fuera de la UE. Europol además lleva a cabo funciones de formación y prepara diversos informes temáticos, concretamente y sobre el tema del terrorismo publica unos informes anuales EU Terrorism Situation and Trend Report (TE-SAT)”.

En el último TE-SAT, el de 2023 (https://www.europol.europa.eu/cms/sites/default/files/documents/European%20Union%20Terrorism%20Situation%20and%20Trend%20report%202023.pdf), aparte de otras consideraciones sobre “terrorismos diversos” (yihadismo, terrorismo de izquierdas y anarquista, de derechas, etno-nacionalista) aparece uno etiquetado como “extremismo”, en años anteriores se ponía en el mismo saco que los antiabortistas o los aceleracionistas (anteriormente les clasificaban como terrorismo monotemático).

En este apartado de extremismos prácticamente solo se habla de los grupos y acciones ligadas a problemas ambientales, no concretan mucho y no parece que profundicen mucho (los dos grupos que ponen como ejemplo son el ELF y el ALF), pero como se trata de un informe público hay que tomarlo con pinzas. Dicen (en selectas partes del informe) “en 2022, se ha producido un claro repunte del activismo medioambiental observado en los Estados miembros. La línea entre el activismo ambiental y el extremismo ambiental es a menudo confusa, pero algunas de las narrativas de los activistas ambientales podrían tener el potencial para incitar a la violencia entre los extremistas” (…) “es probable que el extremismo ambiental se propague aún más dentro de una UE afectada, directa e indirectamente, por el cambio climático”. Por su parte EUROPOL también pide a los estados miembros “se pide a los Estados miembros y a terceros países que aporten información cualitativa no sólo sobre ataques terroristas y detenciones, sino también sobre actos y actividades extremistas violentos, y sobreactos extremistas no violentos y narrativas de odio” . Queda claro pues que el ojo vigilante europeo se enfoca sobre los actos y actividades no violentas (signifique esto lo que signifique) y da pié a actuaciones represivas en un abanico muy amplio.

Además a las preocupaciones por las actividades de los grupos específicamente “no violentos” se superponen las derivadas de la acción (coordinada o más a menuda descoordinadas y difusas) de gente que, a pesar de no causar daños personales, es clasificado como violento. Es el caso de las destrucciones en Francia contra antenas de telefonía y la fibra óptica, laFédération Française des Télécoms (FFT) denuncia que unas 10 antenas al mes son saboteadas  https://sansnom.noblogs.org/archives/19251#more-19251 , o el caso de la campaña Switch Off, centrada en Alemania pero con vocación de extenderse a otros territorios, que ha ocasionado decenas de acciones de diferentes niveles (desde la rotura de cristales al incendio) contra las infraestructuras de devastación de la tierra (https://informativoanarquista.noblogs.org/post/2024/01/17/acerca-de-la-campana-de-ataque-switch-off/ ) cementeras, vías férreas…

Hay una paisaje futuro que se está dibujando, queda claro que las actividades contra el sistema tecnoindustrial, por muy moderadas que sean, van a tener una respuesta verdaderamente radical por parte des sistema, ya sea a través del estado y su policía/jueces, ya sea a través del sistema corporativo (en estrecha colaboración con los estados subordinados).

Ciertamente no se puede dejar de actuar (cada uno según sus posibilidades y deseos) pero por favor…¡¡CUIDAD VUESTROS PASOS, Y NO DEJEIS HUELLAS!!